Fidel Demédicis
Página oficial del diputado

Jul
12

Descargar: desapariciones forzadas, asunto jethro 11 julio 2011

Jul
05

Descargar: REFORMA A LA LEY DE INNOVACIÓN

Jun
28

Descargar: Democracia sin Democratas

Jun
22
Jun
09

DESCARGAR. respuesta a requerimientos asunto Jethro

Jun
08

DESCARGAR: A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA DEL PODER JUDICIAL

Jun
07

Mensaje del Diputado Fidel Demédicis Hidalgo, Presidente de la Comisión  de Justicia y Derechos Humanos de la LI Legislatura del Congreso del Estado a los medios de comunicación con motivo de la celebración de la Libertad de Prensa.

Descargar: Mensaje Libertad de Expresión

Jun
01

HONORABLE ASAMBLEA:

El suscrito Diputado Fidel Demédicis Hidalgo, de conformidad con lo que disponen los artículos 40 fracción XLVII de la Constitución del Estado de  Morelos, 18 fracción IV de la Ley Orgánica para el Congreso del Estado de Morelos, 54 y 112 del Reglamento para el Congreso del Estado de Morelos, someto a consideración de la Asamblea, el siguiente punto de acuerdo, al tenor de las siguientes:

CONSIDERACIONES

DESCARGAR: PUNTO DE ACUERDO JETHRO RAMSES SANCHEZ

May
25

C. DELEGADA FEDERAL DE LA PROCURADURÍA GENERAL

DE LA REPÚBLICA, CON SEDE EN EL ESTADO DE MORELOS

PRESENTE:

 

C. PROCURADOR GENERAL DE JUSTICIA EN EL ESTADO

DE MORELOS.

PRESENTE:

 

C. COMANDANTE DE LA 24ª ZONA MILITAR CON SEDE EN

EL ESTADO DE MORELOS.

PRESENTE:

 

C. SECRETARIO DE PROTECCIÓN Y AUXILIO CIUDADANO

DEL MUNICIPIO DE CUERNAVACA MORELOS.

PRESENTE:

 

C. PRESIDENTA DE LA COMISIÓN DE DERECHOS

HUMANOS DEL ESTADO DE MORELOS:

PRESENTE:

 ASUNTO: (DESCARGAR OFICIO)  JETHRO_RAMSES_SANCHEZ_SANTANA[2]

May
25

Compañeros Diputados:

        Felipe Calderón, fiel a su costumbre de no informar verazmente a los mexicanos acerca de su fracasada guerra contra el crimen organizado, recurre a los medios internacionales de comunicación masiva para rendir el “parte de guerra” de los diferentes frentes de conflictos de alta, media y baja intensidad que tiene abiertos en todo el territorio nacional y en los que para vergüenza de su gobierno y de su gabinete de seguridad, lo único que ha conseguido es el incremento absurdo y grave de las violaciones de los derechos humanos, tanto de connacionales como de extranjeros en tránsito o domiciliados en nuestro país.

            Las razones visibles que invoca en ésta sangrienta aventura fascistoide  es “La Declaración de Afectación a la Seguridad Interior” para reformar la maltrecha Ley de Seguridad Nacional, con el objeto de que las fuerzas armadas tengan justificaciones legaloides para efectuar detenciones arbitrarias; revisiones intimidatorias en retenes y espacios públicos; cateos; confiscaciones y aseguramiento de bienes; ejecuciones extra judiciales; intervenciones en comunicaciones y en labores encubiertas de espionaje.

            Las razones invisibles o psicológicas a las que aduce para no restringir la jurisdicción militar son: el pretender ignorar que las fuerzas armadas no están diseñadas ni capacitadas para ejercer éstas funciones con pleno respeto y garantía a los tratados que México ha ratificado en materia de derechos humanos  y que están plasmados en la legislación nacional; la inaudita falta de controles o de mecanismos de rendición de cuentas para prevenir y sancionar abusos que atenten contra la dignidad y el patrimonio de familias o personas; que con aparente mala fe se niega  acotar las actividades castrenses conforme lo mandata la Constitución o que por desconocimiento de lo que son y deben ser los militares, les extiende actividades que amenazan peligrosamente el desarrollo de las instituciones republicanas y los compromisos históricos vigentes del pacto federal.

            A Calderón no se le descalifica por su fallida guerra contra los delincuentes, se le fijan responsabilidades por no armonizar los tratados internacionales que tienen efectos en la legislación nacional y que están fundamentados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Se le critica con sobrada argumentación moral y legal, porque durante el tiempo que lleva de mandato, han aumentado alarmantemente las denuncias de violaciones de todo tipo cometidas por miembros de las fuerzas armadas y de las policías federales que participan en operativos contra presuntos culpables de delitos y porque estos abusos imperdonables nunca son investigados y porque los responsables gozan de una impunidad impensable en un Estado democrático de derecho. Y por si fuera poca cosa lo anterior, Calderón se empeña en que el sistema de justicia militar aplicado a la seguridad interna de México sea un factor clave en la escena diplomática con Estados Unidos. Eso explica la frecuencia de sus viajes a Washington, en donde por cierto, compite con su antecesor y correligionario, Vicente Fox, para ver quién dice los peores disparates dentro del contexto de su precariedad política, como por ejemplo, compararse con Churchill para callar a sus críticos que le echan en cara su falta de estrategia para gobernar, como si fuera posible la comparación entre un gigante de la historia universal y un político de las características de Calderón, que con mal gusto y sobrada charlatanería dijo en entrevista de prensa “que así como en el último tercio de una faena taurina es donde el torero triunfa, así él, en su último tramo de su mandato ganará la guerra contra el narcotráfico”.

            Estas hiperbólicas figuras retóricas de Calderón no son las más apropiadas para un mandatario que carece de salvaguardias para vencer al crimen organizado y para prevenir y sancionar el mal uso y los abusos de las fuerzas armadas, de las policías federales y de los asesores estadounidenses que participan en la Iniciativa Mérida para disuadir el consumo de drogas en Estados Unidos a cambio de que México ponga los muertos, gracias al operativo “rápido y furioso”.

            Termino recordando a ésta cámara legislativa que no es para tomar a broma las sentencias emitidas contra el Estado Mexicano por la Corte Interamericana de Derechos humanos ni las recomendaciones de Amnistía Internacional al denunciar las constantes violaciones de derechos humanos a manos del gobierno de Calderón. Es hora de que los ciudadanos abramos los ojos y exijamos como legisladores al gobierno federal y al Congreso de la Unión la tajante determinación de que se suspendan o se eviten las desapariciones forzadas, las torturas y violaciones sexuales a mujeres y niñas, las ejecuciones extrajudiciales, los malos tratos a inocentes, las detenciones arbitrarias, la fabricación de culpables, las confiscaciones y extinciones de dominio sin la resolución previa de jueces competentes e incluso el genocidio contra emigrantes indocumentados y otros delitos de lesa humanidad.

            Por ningún motivo o circunstancia podemos permitir que la justicia civil sea sustituida por la justicia militar y por respeto a nosotros mismos no permitiremos que las víctimas de delitos y de abusos de autoridad sigan siendo vulnerables.

            Asimismo, todos debemos comprometernos con la respetabilidad y observancia irrestricta de los derechos humanos y exigir que no haya impunidad en los casos de abusos. La jurisdicción de la justicia federal ha de tener un alcance restrictivo en ésta materia, por ello no me cansaré de insistir que en el fuero militar sólo se debe juzgar a militares por la comisión de delitos o faltas, que por su propia naturaleza, atenten contra bienes jurídicos propios del orden militar.

            Durante el actual gobierno que preside Calderón y el mediocre papel que han jugado los gobernadores y presidentes municipales, las labores policiales han venido a menos, permitiendo el despliegue en gran escala de efectivos militares sin formación y supervisión adecuadas para éstas tareas. Al respecto y muy a pesar de todos, Amnistía Internacional tiene razones suficientes para reprobar lo que hasta ahora  ha hecho la justicia ordinaria para procesar a los responsables de las violaciones de derechos humanos. Sin duda lo más vergonzante es el señalamiento que hace de la vinculación entre bandas criminales y funcionarios públicos contra migrantes que viajan a Estados Unidos huyendo de la miseria de sus lugares de origen, pero encontrando a su paso por México, las inclemencias del tiempo, la esclavitud, la angustia, la persecución, el confinamiento, el hambre y la muerte.

 El gobierno federal ha reconocido que hubo más de 15 mil homicidios en 2010 y más de 40 mil desde que Calderón tomó posesión de su cargo el 1 de diciembre de 2006. Crímenes que jamás han sido esclarecidos. Hay también centenares de secuestros sin resolver. Miles de ejemplos de discriminación, de segregación y de xenofobia para minorías abandonadas a su suerte  y todo un secreto de estado, el paradero de todos esos cadáveres que en lugar de nombres, son estadísticas.

Reconociendo la compleja situación de inseguridad que vivimos, motivada por los altos índices de perversidad por parte de las bandas criminales y por la falta de inteligencia del gobierno, creo, sin embargo, que el problema no puede abordarse, sin obligar a las fuerzas de seguridad a tener un plan concreto de acción debidamente ponderado, cosa que no tienen, como está visto y probado, en el que además de abatir a la delincuencia se garanticen los derechos de todas las personas, incluidos presuntos culpables y transeúntes.

Esta misma complejidad insta al gobierno federal y al Congreso de la Unión a acordar y aprobar una acción conjunta que muestre al mundo y a los mexicanos que se puede avanzar en la lucha por la paz y la justicia, sin recurrir al derramamiento de sangre y con total apego a los derechos exigibles en la Constitución.

 

Por su atención….Muchas gracias.

18/05/2011